La posición internacional ante la Guerra Civil española. Análisis

La ayuda internacional

  

Ambas imágenes representan la intervención internacional durante la Guerra Civil (1931-36). En la imagen de la izquierda vemos a la Legión Cóndor desfilando por las calles de León, donde tuvo su cuartel general, con motivo de su despedida, el 22 de mayo de 1939. La ayuda alemana fue decisiva en el desarrollo de la guerra.

A la derecha, el cartel reproduce una fotografía de Robert Capa –célebre corresponsal de guerra- a un grupo de voluntarios de las Brigadas Internacionales.  

Al iniciarse la guerra, el Comité de No Intervención, impulsado por Gran Bretaña y Francia, impone una política de neutralidad. El temor a que la guerra de España provoqué un conflicto internacional, y debido a la política de apaciguamiento que el gobierno británico defiende ante Hitler, son la causa de esta actitud, a la que se adhieren la mayor parte de los países.

Pese a esta política de neutralidad, los dos bandos contarán con apoyo exterior, especialmente los insurrectos. Así, Alemania e Italia, a la vez que formaban parte del Comité de No Intervención, envían a los nacionales tropas y armamento además de ayuda económica. Llegarán unos 80.000 soldados italianos, voluntarios fascistas (Corpo di Truppe Volontarie),  y las Baleares serán una base naval italiana. Alemania aporta unos 16.000 hombres, además de la Legión Cóndor, aviones, submarinos, artillería, etc. Portugal facilita las comunicaciones y la llegada de ayuda a través de su territorio y también proporciona armamento. Además del apoyo del capital americano y británico que suministran petróleo y créditos. Esta ayuda fue trascendental en las primeras semanas de la guerra, pues sólo con el puente aéreo alemán las tropas africanas, dirigidas por Franco, pudieron pasar el Estrecho. Este suministro de armas y materiales fueron esenciales para el desarrollo y victoria final de la guerra.

La República contó con la ayuda de México y la URSS (víveres, armas, instructores militares, etc.) Francia sólo puntualmente abrió su frontera para facilitar la llegada de esta ayuda, a la vez que auspiciaba el Comité de No Intervención. Además, la Internacional Comunista organizó el reclutamiento de voluntarios extranjeros que se integraron en las Brigadas Internacionales, con unos 40.000 efectivos procedentes de más de 40 países.