Gráfico y mapa representan el valor de la desamortización de Madoz. Consistió ésta en la desamortización de todas las propiedades procedentes de manos muertas, es decir, vinculadas a una institución. Se incluían en este apartado tierras pertenecientes al Estado, instituciones religiosas y ayuntamientos.
A la izquierda, el gráfico refleja, medido en millones de reales de vellón, el valor alcanzado por la venta de las tierras desamortizadas entre 1855 y 1867, distinguiendo por su procedencia entre bienes eclesiásticos y civiles. Vemos que estos últimos doblaron por su valor a los del clero. De ahí que esta desamortización se conozca como la “civil”. A la derecha, el mapa indica el valor de lo vendido por provincias.
Puede aplicarse, con pequeñas matizaciones, lo comentado para el texto de Mendizábal. Podemos añadir que esta desamortización, por su valor económico, duplicó a la de Mendizábal. Afectó fundamentalmente a bienes civiles (de los ayuntamientos) por lo que sus consecuencias negativas sobre las clases más desfavorecidas fueron especialmente duras. Su finalidad esencial era recaudar fondos para la construcción del ferrocarril, además de acabar con una forma de propiedad propia del pasado. En cuanto al contexto histórico concreto, debemos recordar que en 1854 el pronunciamiento de O’Donell en Vicálvaro acababa con el régimen moderado presidido por Narváez desde 1843. Empezaba el Bienio Progresista y el nuevo gobierno se propone avanzar en el liberalismo, sobre todo en lo que atañe a medidas económicas para reactivar la economía española. Como vemos en las fechas del gráfico, durante el Bienio Progresista (primera columna) fue poco lo que dio tiempo a poner en venta. Será ya en la década de 1860, bajo la Unión Liberal, cuando se lleva a cabo el grueso de la venta de las tierras, sobre todo de los ayuntamientos
Como vemos en el mapa, la desamortización de Madoz también alcanzó mayor valor en las regiones donde dominaba la gran propiedad, es decir, en la mitad sur. Aquí, a las propiedades de las congregaciones religiosas y los ayuntamientos, se sumaron las de las Órdenes Militares (Calatrava, Alcántara, Santiago, etc.) ahora disueltas, propietarias de grandes latifundios en la submeseta sur y Andalucía. En el norte, por el contrario, las propiedades eran pequeñas, por eso su valor fue menor. El resultado de esta venta llevó a la consolidación del tipo de propiedad preexistente, es decir, allí donde las propiedades ya eran pequeñas, se consolidó esta forma y muchos cultivadores pudieron agrandar sus propiedades, o adquirirlas si eran arrendatarios. Pero en el centro y sur, la gran propiedad siguió siendo la forma característica; allí, el alto valor de las fincas en venta, solo permitió comprar a los grandes propietarios y la alta burguesía, más interesada en adquirir un bien seguro y de prestigio (seguía relacionándose la propiedad de la tierra con la nobleza) que en invertir en las tierras adquiridas para hacer de ellas una empresa productiva.
En cuanto a las consecuencias de estas medidas, también han sido explicadas a propósito del documento anteriormente analizado.
1 comentario:
muy buen blog entrare mas a menudo .alumna 2bha
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